Estilo nórdico y muebles mid-century en 41m2.

Nada más ver esta lámpara no lo puede evitar, tenía que ves el resto del piso. Sólo alguien con muy buen gusto se puede atrever con algo así. Y efectivamente, un pequeño apartamento en París, con muy buena iluminación natural, lleno de muebles de los 50, con un estilo muy nórdico y que es una auténtica preciosidad. Es difícil decantarse por algo en concreto, pero me quedo con la solución del cabecero (todo en uno) y con la pared semiacristalada del dormitorio.

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DIY: Sobres para empaquetar regalos

Ya sabéis que el día 21 de noviembre tenemos el Taller de Empaquetado y Decoración Navideña en Leroy Merlín Oviedo, completamente gratuito (toda la información aquí). Ese día vamos a aprender a hacer un montón de cosas y espero que vosotros también vengaís cargados de ideas. Mientras tanto, hoy os traigo un tutorial sencillo de cómo hacer estos sobres en forma de corazón. Sólo necesitáis papel kraft, un taladro de papel de hacer agujeros y cordel de algodón (todo de Leroy Merlín Oviedo). Como veréis es super sencillo de hacer.

Como os decía, para hacer estos sobres de corazones, que son perfectos para regalos pequeños o para llenas de chuches, sólo vamos a necesitar papel, lápiz, tijeras, un taladro y un cordel. Lo primero que hay que hacer es dibujar el corazón sobre el papel. Como necesitamos dos piezas iguales, lo mejor es doblar el papel, dibujarlo una vez y recortar con el papel doblado para que nos salgan las dos piezas iguales.

A continuación taladramos todo alrededor del corazón, procurando que los agujeros queden equidistantes.

Lo siguiente que tenemos que hacer, es ir pasando el cordel por lo agujeros, rellenar con nuestro regalín, y cerrar el sobre con un nudo discreto.¡¡Y ya está!!

Raviolis rellenos de calabaza

Bueno, pués aquí os dejo la receta de mis raviolis rellenos de calabaza. El otro día os traía la receta de cómo hacer pasta fresca (pinchad aquí) y ahora os acabo de dejar la del puré de calabaza para el relleno (pinchad aquí). Pués ahora sólo toca armarse de paciencia y ponerse manos a la obra. Es una tarea muy sencilla, pero requiere algo de tiempo, ya que hay que ir rellanando uno a uno, pero a mi me parece muy relajante y perfecto para hacer entre varias amigas o en pareja mientras charlas y pasas un ratín agradable.

Por lo demás, deciros que la receta es muy sencilla, porque sobre todo quería dar protagonismo a la pasta y a la calabaza, que estaba recién cogida de la huerta. 

Ingredientes:


Puré de calabaza (tenéis la receta aquí)
Pasta fresca (tenéis la receta aquí)
Aceite de oliva virgen extra
Hojas de albahaca fresca
Sal
Pimienta
Queso Parmesano
Trufa negra


Una vez que tenemos hecha la pasta fresca y estirada, hay que ir haciendo los raviolis. Hay un montón de herramientas para ayudaros con este tema, pero ya sabéis que yo suelo hacerlo a lo bruto, sin nada de aparatos extraños. Extendí la masa, hice rectángulos con un cuchillo y fui poniendo pequeñas porciones de puré (aseguraros de que esté frío). Luego los doblamos sobre sí mismos y los pegamos con los dedos humedecidos.

Una vez hechos (podéis congelarlos y dejarlos para otro día) los echamos en agua hirviendo con sal. Ya sabéis que para cocer pasta hay que usar mucha agua y dejarla cocer a fuego fuerte. El tiempo de cocción dependerá de vuestro gusto y del grosor de la pasta, pero yo los suelo tener unos 10 min. Mientras tanto, en un mortero ponemos 3 ó 4 hojas de albahaca, sal y pimienta y lo machacamos bien. Añadimos un chorrín de aceite de oliva virgen para que agarre bien el majado y lo echamos sobre la pasta escurrida. Rallamos queso Parmesano por encima y un poco de trufa negra.... Mmmmmmmm... Ya parece que lo estoy oliendo...

Puré de calabaza

Sin duda este es el mes de la calabaza por excelencia. Aquí en Asturias las huertas y  los "praos"  se llenan de calabazas por todos los sitios. Así que si tenéis la suerte de haceros con alguna, o las habéis comprado para decorar en Halloween, no lo dudéis, se pueden hacer un montón de cosas con ellas. 

Yo nunca las había comido hasta hace bien poco y su sabor me tiene enamorada. Mi suegra hace unos fritos de calabaza (dulces) que son una maravilla y ahora a mi me ha dado por hacer puré de calabaza, que además de servir para acompañar carnes y guisos, es perfecta para rellenar nuestra pasta fresca (pinchad aquí para ver la receta). Pués, como dentro de un ratín os voy a traer mi receta de raviolis rellenos de calabaza, ahora os digo cómo hacer el puré.

He de advertiros, para los que no lo sepáis, que la calabaza es un fruto un tanto dulzón,  una especie de patata azanahoriada un poco dulce (permitidme la descripción), pero que bien acompañada puede resultar deliciosa. Además, su espectacular color  la hace muy atractiva y queda bien en cualquier plato. 

Ingredientes

Calabaza troceada y pelada
Agua
Sal
Pimienta
Mantequilla


Metemos los trozos de calabaza en una cacerola y los cubrimos con agua. La cocemos hasta que esté blandina. La retiramos del fuego y escurrimos. Si está en su punto, bastará triturarla con un tenedor, salpimentar y echar un trocín de mantequilla  para darle un poco de cremosidad.

Este puré es el que yo usé para las recetas de pasta que os voy a traer estos días. Evidentemente se puede enriquecer con un poco de cebollina pochada,  con ajo puerro... Eso va al gusto.

Pintar calabazas

Y como todos los años, alguna idea de última hora para los más indecisos. Cómo decorar nuestras calabazas pintándolas. Ideas para todos los gustos.

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Reciclamos servilletas (o pañuelos)

Otra idea genial en Mucho Reciclaje  para decorar reciclando objetos cotidianos.

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DIY: 10 Ideas para hacer con hojas

Hoy unas cuantas ideas de las que me gustan a mi, sencillas, vistosas, baratas y rápidas de hacer. 10 ideas para hacer con las hojas de otoño, con los niños o sin ellos.

Empezamos con un abecedario hecho con hojas y letras adhesivas. Con él puedes hacer guirnaldas con mensajes, decorar la mesa, jugar con los niños...

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Un par de ideas geniales para hacer con los niños. Jugar a hacer bichos, monstruos y animales inventados pintando la hojas de colores. Y si os queda guapo, perfectos para decorar su habitación ;)

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Perfectas son estas elegantes hojas para designar los asientos en una mesa otoñal. Un bolígrafo de gel blanco, una bonita caligrafía... ¡¡y ya está!!

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Una guirnalda de hojas pintadas con purpurina y cinta de raso para los más sofisticados.

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Otra buena idea: enmarcarlas, tal cual.

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Preciosos  motivos  a modo de mandalas para los que tengáis más paciencia

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Esta idea es perfecta para una ventana, un sencillo móvil hecho con hojas y una rama.

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Pintar las hojas en colores lisos es otra opción. Una vez secas, las podéis usar para decorar en la mesa o llenar jarrones de cristal. 

¿?

Y por último, y aquí va mi aportación personal, son perfectas para vuestros paquetes más sobrios.

Taller de Empaquetado y Decoración Navideña

Ya sé que la Navidad todavía nos queda un poco lejos, pero como me gusta avisaros con antelación ya le hemos puesto fecha a nuestro próximo Taller de Empaquetado. Esta vez nos vamos a centrar en los motivos navideños, haremos algunos adornos para la casa y podremos probar las nuevas adquisiciones de Leroy Merlin Oviedo en troqueladoras y tijeras de scrap ;). Yo tengo preparadas un montón de ideas: guirnaldas, paquetes, calendarios de adviento... ¡¡Espero que nos de tiempo a todo en una tarde!! 

¡¡Os esperamos!!

DIY: Cómo hacer un Kokedama (y cuidarlo)

El kokedama es una arreglo floral de origen japonés que consiste en cultivar una planta en una bola de sustrato y musgo. Yo hace tiempo que os traigo ejemplos de ellos porque están muy de moda y los hay que son auténticas preciosidades. Además de para tener en casa, son perfectos para decorar en locales, para eventos o para instalaciones temporales.

Hacer y cuidar un kokedama es relativamente sencillo, sólo hay que seguir unas cuantas instrucciones y el resultado merecerá la pena.

Para hacer un kokedama se necesita sustrato universal y sustrato arcilloso (akadama o sustrato para bonsais), musgo, plantas y cordel.

Se mezclan los sustratos en una proporción aproximada de 4 de universal por 1 de arcilloso y se hace una bola con las manos mojadas. Si la mezcla es correcta, la bola no se deshará. Si está demasiado suelta, habrá que añadir akadama. El tamaño de la bola debe ser suficiente para que la planta nos entre dentro.

Se saca la planta del tiesto y se remueven suavemente las raíces para dejarlas desnudas y con la menor cantidad de tierra posible.

Hacemos un agujero en la bola y metemos la planta dentro.

Vamos forrando la bola con musgo y atamos firme, pero suavemente.

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Los kokedamas no suelen tolerar bien el sol porque el musgo se secaría, así que lo mejor es escoger plantas que agradezcan la sombra y evitar el sol directo. Para regarlos, hay que descolgarlos y sumergirlos en un balde con agua unos 10 minutos. Eso sí, sólo la bola, no sumergiremos la planta.

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Por supuesto, si vivís en Argentina, no podéis perderos los talleres de Compañía Botánica y sus maravillosos kokedamas. ¡Ah! Y sé que los chicos de Singulares Magazine están preparando otro taller sobre ellos en la nueva edición de su Inventory Room en Barcelona este fin de semana (más información aquí).

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