Mucho antes de que se hablara de reciclaje, de que existieran los blogs de decoración, de los "DIY", los "crafty" y los "hand made", mucho antes de todo esto, hará casi 30 años, mis padres hicieron estas preciosas piñas de Navidad. Las recogieron en un bosque cercano a Gijón y las pintaron en casa como se hacía entonces. Sin tutoriales, ni pintura en spray, ni nada de eso... con pinceles, papel de periódico y mucho cuidado. Las sumergieron en pintura roja y luego pintaron una a una las puntinas de blanco. A algunas les añadieron un cordelín para poder colgar del árbol (no sé como lo harían) y con el resto, mi madre, sigue haciendo el centro para la mesa, porque siguen como el primer día. Por eso, las primeras navidades que pasé fuera de casa, con mi árbol propio y mis adornos, no dudé cuando mi madre me dijo que si quería llevarme alguna... ¡¡Claro que sí!! Las tengo como oro en paño. ¿No son guapísimas?
Son preciosas!! Para mi tendrían un gran valor sentimental, sin ninguna duda!! Ya veo de donde te viene el arte. Un beso
ResponderEliminarAPARTE DE EL AMOR QUE LES TENGAS SON PRECIOSAS.
ResponderEliminarY ESO SI ES TENER ARTE.
YO TENGO UNAS DE HACE MIL AÑOS PARECIDAS DE ESAS PIÑAS CHIQUITAS.
SALUDITOS
En mi casa también se hace, mi madre las pintaba con spray dorado o plateado según el año y la decoración, así que me encantan :)
ResponderEliminarahhh, este año naturales para centro, corona y colgando del árbol!
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