Hace unos meses os traje la receta de una de mis tartas preferidas, la famosa Carrotcake o Tarta de Zanahoria, una tarta sencilla y muy resultona, perfecta para merendar o como postre de una cena con amigos. El frosting o cobertura de queso crema que lleva, endurece al secar y es perfecto para hacer este tipo de decoración con flores naturales. Yo lavé a conciencia el lecho de hojas verdes sobre el que luego coloqué la peonía, una rosa amarilla y algunas otras flores. Además, y por si acaso, entre las hojas y la tarta puse un poco de papel de cocina blanco. A la hora de servir, quitamos todo el arreglo y ¡¡listo!! Estaba buenísima.
¡ESPECTACULAR! Tuvo que darte pena "romperla", ¿no?
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