Una de las cosas que más le gusta a mi hija mayor (y al pequeña también, pero todavía no puede) es que le deje jugar con mis cosas. Si hago magdalenas, quiere batir; si tiño, quiere meter la mano; si tejo, me coge las lanas... y si modelo con cerámica que es como jugar con plastilina ¡¡qué os voy a contar!! Pues uno de los días que saqué la cerámica polimérica se la dejé. Yo le amasaba un poco y con la ayuda de los cortapastas, ella hizo el resto. Cuatro etiquetas, cada una con nuestro nombre y cada uno de un color. Será amor de madre, pero a mi me encanta como quedaron... ;)
A mi tambien me encnatan... saludines
ResponderEliminarEste verano hemos hecho algo parecido y lo pasamos pipa! :-)
ResponderEliminarAy, qué cucada de envoltorio.
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