A mi madre

Yo soy de las que pienso que las cosas buenas hay que decirlas, que no vale con darlas por supuestas. Y supongo, que muchas veces, el amor a una madre es uno de los que damos por supuesto. En mi caso, además, con más motivo, porque mi madre y yo tenemos una relación muy próxima, nos pasamos muchísimo tiempo juntas, a veces, riendo, y a veces, riñendo... como todas las madres con sus hijas. Por eso, cuando el otro día felicitaba a mi padre, me di cuenta que a ella  nunca le digo nada, porque creo que es obvio, porque creo (y espero) que ella lo tenga claro... Pero lo dicho, mejor que quede por escrito.

Voy a intentar volver a definirla, y en cierto modo, homenajearla con 5 fotos como hice con mi padre.


Lo primero que tengo que decir de mi madre, es que SIEMPRE, y lo digo con mayúsculas, está ahí con un buen consejo. Es una madre mediadora y conciliadora que nos ha inculcado ( y desde el ejemplo) la importancia de la familia y de mantenernos unidos pese a la distancia (Coco, va por ti) y las diferencias. Una madre divertida, pero riñona como toda buena madre. Que un día te dice que eres las más guapa del mundo mundial y al otro que como te atreves a salir de casa con esa pinta... Porque eso sí, nunca ha tenido pelos en la lengua. Por eso empiezo con esta foto, lo que yo me imagino va a ser una buena comilona, con amigos y familia, con buen vino y mucha juerga, con música, gritos, baile y seguro que alguna discusión... (somos gente de mucho carácter... )

Si fuera un mueble... la verdad que es difícil  definirla con uno. Mi madre pasa poco tiempo en casa, lo justo y por obligación ;), pero creo que podría ser esta bonita cama: un poco clásica, un poco folclórica, un poco bohemia... Un rincón ecléctico, lleno de historias, confortable y acogedor.

Visto aquí

Si mi madre fuera una habitación de la casa sería una cocina pequeña, humilde, pero acogedora y divertida, que recibe a todo el mundo con los brazos abierto. En la que nos ha aguantado tantas horas: Isa, cómete la menestra,  Isa deja de separar los guisantes, Isa deja de dar vueltas a la carne en la boca... Un cocina, que pasó de ser el restaurante de nuestros juegos  al que íbamos mi hermana y yo con sillitas, muñecos, perros y demás cuando éramos pequeñas (y ella nos seguía la bola, ¡¡vaya paciencia!!), a servir para dar las incómodas clases de sexualidad en la adolescencia... ahí es nada...

Visto aquí

Si tuviera que ser una de mis recetas, no hay duda, sería la de pan (pinchad aquí). A ella la da igual con qué comerlo, pero cualquier cosa en bocadillo, según ella, siempre está mejor.

Y si fuera un destino, no podría ser otro lugar que Cádiz, una ciudad pequeña, alegre, con su puerto señorial, y sus callejuelas decadentes, con sus terrazas, su "pescaito" y su Barbadillo. Una ciudad con mar, con playa y acostumbrada a recibir gente, con barullo por las calles y ganas de fiesta. El lugar perfecto para descansar y pasarlo en grande con mi padre. Porque si habéis leído el que le dediqué a él, son tal para cual, tan diferentes y tan complementarios...

Mirad, releyendo el post me doy cuenta de que quizás repito mucho el tema fiesta, juerga, alegría... y no quisiera que diera lugar a malas interpretaciones. Mamá, quiero que sepas que para mi siempre has sido una persona alegre, que no frívola, una persona cargada de optimismo, que nunca se queja por nada, y que siempre sabe ver el lado bueno de las cosas, pero desde la cordura y la sensatez. Sabes que eres ejemplo para mi, y que me miro en tí como madre, como mujer y como pareja. Pero destaco tanto tu alegría porque siempre ha sido muy importante para mi (y creo que hablo por todos). Tu forma de ver la vida y saber afrontarla y enseñarnos a saber ser felices es la mejor lección que nos has dado, con la que yo me quedo.

¡¡Feliz día de la madre!!