Reproduciendo crasas

Los que me seguís en Instagram (esta es mi cuenta) estáis al tanto de mis intentos de reproducción de crasas. Hacía mucho tiempo que lo veía por las redes y que lo quería intentar. La verdad que a mi me salió de la primera, pero he de deciros que es algo sólo para los más pacientes. Es un proceso largo y sólo funciona cuando parece que todo está perdido...

Me decidí el 2 de agosto. Cogí varias hojas de mis plantas crasas, con los dedos, arrancándolas suavemente del tallo.

Y tal cual las apoyé sobre un poco de sustrato universal. Si queréis, los hay especiales para crasas y hormonados para que sea más fácil que echen raiz, pero yo usé el universal que siempre tengo en casa. Durante los primeros días no hice nada más. Las puse junto a una ventana muy soleada y no volví a tocarlas.

Las hojas empiezan a arrugarse y marchitarse, y a los 15 días empezaron a salir los primeros brotes. Esto dependerá del tipo de planta, las hay que tardaron mucho más. Salen unas pequeñas hojitas, diminutas, y algunas finísimas raices.

Así estaban a los 25 días. Hasta ahora, yo ni las había regado. Con la propia humedad que trae el sustrato se mantuvieron. Ahora es el momento de regarlas, desde abajo, echando agua en la bandeja y dejando que la absorban bien. Si al día siguiente sigue habiendo agua en el fondo, retiradla y no volváis a regar hasta que la tierra esté totalmente seca.

Al mes, las más precoces estarán así. Yo os la enseño  fuera de la tierra, pero lo ideal es no tocarlas, dejarlas tal cual.

Y por fin este fin de semana me he decidido a trasplantarlas (3 meses y medio después). Todavía son pequeñinas, pero son perfectas para hacer pequeños centros como el que os enseño.

Espero que os animéis, a mi me encantó seguir todo el proceso. Creo que el truco es no mirar mucho para ellas, estas plantas cuanto menos atención les prestas, más te lo agradecen. Eso sí, armaros de paciencia, porque no es de un día para otro.